Mientras los perdedores sonríen orgullosos por creerse victoriosos, simulan adelantar puestos. Si miran hacia atrás, suponen que es únicamente para reírse, mirarte por encima del hombro o tratar de hacerte sentir inferior. Ignorando su injustificada soberbia, sigues adelante con la elegancia que la situación requiere.
Sin embargo, un buen día, dichos perdedores abren los ojos para sorprenderse al comprobar que estás por delante, y no años luz atrás, como ellos creían. Es entonces cuando se alarman y comienzan a hacer preguntas, a indagar. A ser abandonados por su fingido desinterés, sacando a la luz su dependencia por ti.
Pero, ¿acaso no era inferior? ¡Tanto interés repentino me abruma! Es su moda. Aparentar superioridad y pasotismo, cuando en realidad no son capaces de vivir sin conocer cada milímetro de la vida de otros.
completamente de acuerdo
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