lunes, 29 de octubre de 2012

La incertidumbre.

Se me desmorona la realidad, y las aspiraciones, y el plan.

Cuando tu propia ciudad es y deja de ser 'tu lugar' en intervalos combinados.
Ahora sí, ahora no.

Esto es una auténtica montaña rusa.

Ahora me quedo, ahora me voy.
Tengo que largarme de aquí, no aguanto más esta presión en el pecho. Esta desolación inútil y caminata carente de rumbo. Tengo que respirar aire distinto y encontrarme de nuevo. Pero piensa, dónde voy a estar mejor. Cómo voy a apartarme de los únicos que me quieren. Sola no era como yo había imaginado mi huida. 

¿De verdad quiero dedicarme a esto?
¿Qué quiero? ¿Qué hago?

¿Cruzo el charco? ¿Rechazo la idea? ¿Cuánto tiempo tengo para decidir?

¿Existe algún botón para empezar de cero?
¿Estudio? ¿Trabajo? ¿Se me ocurre algo?

¿Qué hago, qué demonios hago?

domingo, 28 de octubre de 2012

Full time nice.

Encuentro casual. Los ojos siguen igual de azules. Las pestañas, igual de largas.
La conversación, tanto o más interesante aún.

He apreciado su compañía más que cuando éramos aquellos dos niños sin desprecintar. Y es que con el paso del tiempo, sólo se recuerda lo bueno. ¿Acaso había algo malo? Si así era, mi cabeza no lo conserva.

Me siento reconfortada al sentir que personas de las que me alejé, o a las que alejé en mi pasado tienen una vida estupenda y progresan en aquello que les hacía especiales. Que son felices, y que el tiempo no ha conseguido desarraigarles de sus buenas cualidades.

Es bonito.
Te sientes orgulloso de su fuerza, de haber salido adelante y encontrado su lugar.

Hoy estoy feliz porque me he reecontrado con alguien que parece estar muy, muy bien y he podido disfrutar de una conversación magnífica.

Me siento realmente contenta.

Hay un mundo entero ahí afuera.

Tanta belleza en un único planeta, que sería un crimen nacer y morir desconociéndola.

Hay que ponerle remedio.

martes, 23 de octubre de 2012

Johnny B Goode! Clásico del Rock&Roll.

Espera, que todavía me muero con Yoko. ¡Jajajajajajajaja!



¿Qué opinas? ¿Lo hace mejor su hijo Julian?



Sólo faltaba otra versión de Sean Lennon, su otro hijo. Pero no hay, ¡o no encuentro!

lunes, 22 de octubre de 2012

Cinco de diciembre.

He perdido la respiración durante dos segundos.

Una fecha de aniversario en un papel. El respectivo comentario bajo la misma.
Y ya está, la respiración detenida. El aire sin acceso a mis pulmones.

La fuerza facial por evitar lágrimas se está convirtiendo en un gesto más que frecuente.

Entonces, he cerrado el cuaderno sin saber qué será de nosotros.

domingo, 21 de octubre de 2012


martes, 16 de octubre de 2012

Justo en el momento decisivo.

Me pregunto si mañana será o no un buen día.

Qué importa. Sólo es otro día más.

lunes, 15 de octubre de 2012

Exilio.

Los límites del ser humano están más lejos de lo que se piensa.
Cuando creemos que no queda motivo para seguir adelante, puede surgir una pequeña hebra de luz que impida que terminemos de hundirnos, y ya parece suficiente para continuar poniendo un pie delante del otro. Me alegro infinitamente de que así sea.

El sentimiento de vacío es indeseable. Sientes como que la vida y el tiempo se te escurren entre los dedos sin pena ni gloria. Es un tiempo de... no sé, de simplemente amanecer y anochecer y procurar notar tu situación lo menos posible. Pasar, sólo pasar de un día para otro. Y ya está, eso es todo.

Tras verte así, empiezas a creer que tal vez no eres tan buena persona como pensaste. Quizás realmente seas malo. Es hiriente decepcionar a quienes tienen fe en ti. Y cada día te quieres un poco menos, te autocastigas, ignoras tu propio afecto hacia lo que haces o dices. Rechazas la persona que hay en ti.

Y eres exiliado de corazones, lugares y momentos que debían pertenecerte.
No te crees con derecho a nada.

Pero, por algún motivo, pienso que el sentimiento de esperanza es un poco más fuerte. O eso quiero creer. Y esa es la pizca de luz que evita que te consideres al cien por cien desgraciado.

Alguna vez escuché que nunca es demasiado tarde para empezar a hacer lo correcto. Y tengo esa fe, esa esperanza de poder llegar a convertirme algún día en la persona que siempre debiera haber sido.

Y amanecer cada mañana junto a quien amo, cuidar de él como mi bien más preciado. Demostrar constantemente la intensidad de este sentimiento que no se va de mi pecho y que, como método de salvación, me ayuda a continuar y a querer ser mejor. 

Pocas cosas merecen realmente que pongas toda tu alma en ellas, que emplees tu tiempo y cambies lo que debas cambiar. Que estés dispuesto a arriesgar todo. Pero yo he encontrado algo así.

Hay alguien que inunda mi cabeza, en cuyos ojos sólo se observa el bien. Alguien con quien pasaría cada uno de los segundos que me restan de vida. Su voz me da paz. Lo cierto es que es como mi hogar.

Y aunque el vacío pone pegas para irse, y al exilio todavía le espera una larga, triste y dura existencia... deseo con todas mis fuerzas que la esperanza siga ayudando a nuestros pies a caminar.


viernes, 12 de octubre de 2012

Mykonos.

Y todo lo demás.

jueves, 11 de octubre de 2012

I'm deaf. None of your words get inside.

Habla y habla, muchacho, tus palabras serían halagos en el siglo pasado.
Pero no encuentran cabida en esta época, donde sólo un canal existe y sólo un balcón contemplo.

Habla, muchacho, repite esas pretensiones para las que no poseo respuesta.
Respuesta que aporte alivio o tranquilice tu ansiedad. Correspondencia.

Cuéntame o escribe tus motivos, tus razones. No te creo.

Ya basta, es inútil. Coge tus palabras y vete, que muchas te esperan.
Pero no yo.

Entierra tu insistencia y mantén la cabeza alta. No quisiera romper tu seguridad en mil pedazos.
Ya tienes la respuesta. Vete. Déjalo ya.

Habla, muchacho, pues eres libre de hacerlo.
Pero no llegues a ruegos indeseados, ofertas irrelevantes.
No llegues a perderte en lo imposible.

Porque tus palabras serían halagos en el siglo pasado, pero no encuentran cabida en esta época, donde sólo un canal existe y sólo un balcón contemplo.

lunes, 8 de octubre de 2012

Dave & Claire: Inviernos nórdicos.

Mañana de sábado. El sol, frío, translúcido y lejano, trae consigo un nuevo día. Apenas existe brisa y en el jardín se aprecia un silencio único y embriagador.  Las plantas dormirán hasta la llegada de la próxima primavera.

Claire entra corriendo en el cuarto mientras exclama en voz baja: ¡Dave, despierta, ya está aquí!

Somnoliento y con desgana, David abre los ojos. De nuevo los cierra, se gira dándole la espalda y tapándose hasta la cabeza. 

"¡Vamos! ¡Tienes que verlo, es alucinante!" - insiste.

A Dave nunca le resulta difícil abandonar la cama. De un salto se pone en marcha con envidiable energía. Ella le ayuda a prepararse con rapidez: un par de calcetines gruesos, las botas, un pantalón de algodón... Y lo más importante, una buena bufanda. 

Tras prepararle para el acontecimiento, contempla su aspecto y le brinda un beso en los labios.

"Cierra los ojos"- dice Claire mientras conduce a David hasta la puerta.

Cuando han llegado, éste sonríe y exclama: ¡La primera nevada!



Apenas caían los primeros copos antes de acostarse la noche anterior, y el amanecer ofrece ahora una estampa de ensueño.

Dave y Claire se apresuran a salir afuera y tocar, sentir y oler la nieve indicadora del comienzo del blanco y frío invierno sueco. Los cristales tiemblan de terror al contemplar el reflejo de Dave mientras tiene en su poder unos puñados de nieve.

El vecino que habita un poco más abajo, en la ladera, pasa a su lado, y con un esfuerzo sobrehumano consigue esbozar algo muy parecido a un saludo. Él es así, excepto cuando toma un poco de vino francés. Entonces, puede prometer un imperio de saunas y barcas. Es propietario de una empresa que fabrica este tipo de productos con madera de primera calidad. Si cumpliese con sus palabras posteriores al vino, Claire tendría un bonito armario y un tocador para su cuarto. Dave, una barca nueva, pues la anterior parece actualmente inservible.



Entonces, la joven pareja decide acercarse al centro del pueblo para adquirir algunas cosas: planean cocinar algo diferente para cenar, sin descuidar la botella de champán. Siempre celebran así la primera nevada del invierno.

Sin embargo, el paisaje y las condiciones son totalmente nuevas y su habitual medio de transporte no se encuentra disponible:





































Por ello, abandonan el patio de atrás y se ven obligados a utilizar el coche:



En el centro del pueblo, los niños juegan con la nieve y algunos adultos quieren sentirse como ellos, participando en las batallas invernales. A Dave le chifla tirar bolas de nieve, casi no se resiste a parar el coche y unirse al juego. La reacción de Claire sería esconderse rápidamente para evitar ser el blanco.

Después de comprar todo lo necesario, ambos están de acuerdo en parar un instante en su particular rincón: Lindström Konditori.

Acomodados en butacas altas, Dave opta por su habitual zumo de naranja y croissant. Café para Claire y un pastel casero del Konditori. Inconscientemente, después de vivir tres años en el país de Abba, se han adaptado a lo que los suecos conocen como "fika".



Al regresar a casa, echan un vistazo a las últimas ramitas supervivientes al frío. Después, en el cuarto de las herramientas, Dave selecciona sabiamente la mejor leña para prender la lumbre en el salón. Mientras tanto, Claire prepara la cámara de fotos para más tarde y pone el champán a enfriar.

Una hora después, la casa se ha convertido en el lugar más acogedor sobre la faz de la Tierra.
Dave sonríe y respira lentamente.

"Me siento muy bien aquí contigo. Me siento feliz." [...]

El sol ofrece repentinamente una tregua al invierno y les sorprende con unos rayos dorados que iluminan el sendero hacia el lago. ¡Es el momento de tomar la cámara y volver a calzarse las botas!



El carrete revelado en su propia casa tiene como resultado imágenes de ambos en el suelo, resbalándose ante la súbita llegada de la nieve. Se ríen en las fotos, el cabello de ella termina empapado. Las mejillas enrojecidas, los dedos congelados.

Cuando las fotografías están listas, Dave las cuelga en uno de los cordones de lana que decoran la pared del salón. Junto a la madera, le dan un aspecto rústico al hogar.

Ella le abraza.

"Yo también me siento así."

Una vez recuperada la temperatura corporal, Claire selecciona uno de los discos de vinilo y lo hace sonar. Es la hora de la cena. Bailan un instante. Celebran entre champán y melodías que son jóvenes y están juntos un invierno más.

Después de todo... ¿acaso ha dejado de nevar?


jueves, 4 de octubre de 2012

martes, 2 de octubre de 2012

The night sky.

The Night Sky from Leigh Bloomfield on Vimeo.

Maravilloso.
Ojalá algún día pueda elaborar algo así.

lunes, 1 de octubre de 2012

Desde siempre y para siempre.



En algunos casos, basta con mirar y escuchar a una persona para descubrir su calidad como ser humano. La pureza y extrema bondad del niño que aparece en la foto será recompensada algún día, de algún modo. Lo sé.