lunes, 23 de noviembre de 2009

Inesperado.

Y de repente las cosas pueden adquirir un calibre interesante...

No espero nada de nadie,ni espero nada de algo,pero siempre puede haber sorpresas.

Y eso es uno de los más-bien-escasos aspectos que me gustan de la vida.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Recordando una de esas veces en que...ni siquiera sientes.

Reiniciado mi viejo compañero,el sentimiento de vacío,tras tantísimo tiempo en pausa. Vuelven los límites,los sueños fracturados y el sinsentido vital. Las metas son consideradas imposibles y todo cuanto adoro,completamente perdido en paradero desconocido. Vivo una abundancia de actos sin explicación con los que pretendo convencerme de que son lo que quiero y,por tanto,lo correcto. Mi mundo bota por múltiples paredes blancas,las cuales se encuentran muy lejos de producir algún tipo de sentimiento. Los días se consumen con más pena que gloria, y las noches ... Las noches son el máximo exponente de la oscuridad. Independencia,individualismo,¿para qué? Al fin y al cabo,siempre derivan en soledad. Necesito abstracción,viajar lejos del pensamiento,pues de no ser por mi mente,todo podría haber tomado otro camino. Ni mejor ni peor,tal vez,pero sí diferente.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Cuestión de constancia.


Sentí el frescor matutino tantear mi superficie. Era un reflejo paralelo a lo que necesitaba para despertar. Me sumergí en un océano cuya profundidad aumentaba a medida que me acercaba a su suelo. Algo de toda esa atmósfera compuesta por nada logró comunicarse con mi todo, asegurando que continuar descendiendo supondría un futuro ascenso con fructificación a cada segundo.
No se llega a ningún lugar permaneciendo en la orilla por temor a ahogarse. La valentía, la lucha, el riesgo... son las herramientas idóneas para poder dominar las olas.
Y las metáforas, sin duda, son también un buen modo de explicar lo que navega por esta mente.