domingo, 30 de mayo de 2010
Acumulando. Atesorando.
miércoles, 26 de mayo de 2010
Mitikós!
lunes, 24 de mayo de 2010
Cal y arena.
miércoles, 19 de mayo de 2010
RIMA XXX
"Asomaba a sus ojos una lágrima
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino; ella, por otro;
pero, al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: —¿Por qué callé aquel día?
Y ella dirá: —¿Por qué no lloré yo?"
Gustavo Adolfo Bécquer.
lunes, 17 de mayo de 2010
Siempre presente.
Y yo, que sé que me excedo en mi queja, no puedo dejar pasar un día sin pensar en mis defectos. Defectos que parece ser que nadie más que yo ve.
Y eso... Eso es lo peor de todo.
domingo, 16 de mayo de 2010
Emigrar al universo.
Suenan las primeras notas de esa melodía que tanto le recuerda su ausencia. Intenta, sigilosa y delicada, cerrar los ojos sin ser advertida, para imaginar el lento recorrido de sus dedos por la espalda de él. Disfruta de cada sonido como si fuese el último, no con menor valor el lugar o el tiempo, o el cielo. Pero es sumergida en un universo que tan sólo la expresión de su rostro podría describir. No comprende cómo, tras haber jurado su oposición a tal estado, ha podido llegar a tan intenso punto. Nada le preocupa, salvo la melodía imperante, y el placer de sus oídos. Él no está, es cierto, pero en realidad, su presencia es inminente, evidente, permanente. Recrea en un instante la hipnosis de su sonrisa, atesorando los momentos en que ella siente ser causante de la misma. Lo que daría su rubor por no ordenar a la mirada retirarse... Pues si hay algo que amaría, si hay algo que necesitaría... sería tener la capacidad de observarle, sin timidez alguna, hasta que la oscuridad eliminase la visión, investigando cada minúsculo rasgo de su totalidad.
jueves, 13 de mayo de 2010
Flashback.
Ahora, cada uno es lo que siempre quiso ser: Feliz, pero de verdad.
domingo, 9 de mayo de 2010
Cuando ya no está.
sábado, 1 de mayo de 2010
Antes o después...
Mientras los perdedores sonríen orgullosos por creerse victoriosos, simulan adelantar puestos. Si miran hacia atrás, suponen que es únicamente para reírse, mirarte por encima del hombro o tratar de hacerte sentir inferior. Ignorando su injustificada soberbia, sigues adelante con la elegancia que la situación requiere.
Sin embargo, un buen día, dichos perdedores abren los ojos para sorprenderse al comprobar que estás por delante, y no años luz atrás, como ellos creían. Es entonces cuando se alarman y comienzan a hacer preguntas, a indagar. A ser abandonados por su fingido desinterés, sacando a la luz su dependencia por ti.
Pero, ¿acaso no era inferior? ¡Tanto interés repentino me abruma! Es su moda. Aparentar superioridad y pasotismo, cuando en realidad no son capaces de vivir sin conocer cada milímetro de la vida de otros.