lunes, 18 de enero de 2010
Algo.
Sin detenerme en más contemplación, admisión.Con tal apremio pienso, que resulta la espera sempiterna en exceso. Un pequeño recorrido cuya duración, con suerte, se asemejaba a la de un pestañeo. Y cuyo final, sin embargo, es ahora una indefinición, una línea de horizonte. Motivo de tímida sonrisa. Pasadas decisiones envueltas en duda, concluyen hoy sabiéndose acertadas. Y toda la desorientación que tenía lugar, se ve desvanecida en esta noche. Dejar lugar a la improvisación, ser infundida en mí la certeza de haber escogido la dirección adecuada, romper con lo que el resto considera correcto, lógico y normal. Todo eso era necesario. Una luz cómplice, prueba de que no soy la única caminante a contracorriente. Ese "algo" especial era necesario.
Y me invade una inevitable cohesión que entra en competencia directa con la razón.
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Brillante.
ResponderEliminarGracias! yo espero que se incline más bien hacia el olvido, pero es una utopia más.
ResponderEliminarYa me gustaría a mi saber si las decisiones que tomé son correctas. Pero siempre que son correctas para una persona, para otra son las peores posibles. C'est la vie.
Claaaaaaaaro.
ResponderEliminarjajaa qué rollo! me gusta, me empalagué de palabras igual
ResponderEliminarbeso