jueves, 14 de enero de 2010

Invento con argumento.

Es curioso cómo la mente es capaz de establecer una jerarquía a la hora de dar importancia a lo que se nos dice. Una misma frase pronunciada por dos personas diferentes, puede no tener nada que ver. Unas veces resulta relevante, y otras, sin embargo, se oye y se olvida automáticamente. Y esta distinción, en muchas ocasiones, no es algo voluntario. No es una decisión propia. Suele surgir espontáneamente. Pueden repetirte lo mismo mil doscientas ochenta y siete veces, sin causar el efecto que se pretende. Y de repente, reacción ante unas palabras que, aunque no son iguales a ningunas anteriores, porque nada del pasado es comparable a este presente, llegan a su destino.

2 comentarios:

  1. La relevancia siempre se debe a algo. Aunque sea involuntario. Repasa y piensa cuál es el motivo de que de boca de unas personas te importe y de otras no.

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  2. "porque nada del pasado es comparable a este presente" esa frase simplemente (L)
    Todas las palabras dependen de la persona, el momento, el lugar...pero sobre todo de cómo quieras entenderlas.

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