Lo malo de tocar temazos tan potentes... es que las comparaciones son odiosas. Y lo malo de que haya pruebas audiovisuales... es que los errores quedan plasmados sin modo de corregirlos. Pero todo esto se trata de mucho más que el resultado. De mucho más que el sonido. Se trata de unir lo que cada uno puede aportar para que al final el resultado no sea impecable, sino un momento de unión entre nosotros mismos, así como entre el grupo y el público. Ha sido un placer compartir estos años con estos chicos, una lástima que haya llegado a su fin. Pero el aprendizaje ha sido colosal. Al principio, personalmente, apenas tenía unas estrofas en las canciones, y las cantaba mirando al suelo y sin moverme un sólo metro del sitio. Nervios extremos.Todo estático. Ahora DISFRUTO en el escenario y no quiero bajarme de él. Me siento arropada por mis ya amigos, que siempre saben resolver bien cualquier imprevisto.
Tengo suerte de haber topado con gente fantástica.
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