martes, 17 de junio de 2014

Ven, acércate sonriendo y deja que te abrace.
Quiero darle un beso a la piel blanca de tu cuello.
Tocarte las yemas de los dedos y acariciar tu espalda.

Déjame que te abrace durante un minuto.
Que la última vez no fue suficiente, y aún necesito olerte una vez más.


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