viernes, 1 de abril de 2011

Yaiza.


Para mí, e insisto, según mi escasa inteligencia me comunica, especialmente para mí, es imposible, me digo, causar impresión ante el hielo. Ni una efímera reacción de sorpresa observada en cada surco de su rostro. Nada parece suficientemente inesperado o admirable. Es imposible, me digo, escuchar de sus labios un "magnífico", "envidiable", "perfecto".

En los más recónditos rincones, ante la atenta mirada de nadie, se abandona dejando escapar una sonrisa, un gesto de incredulidad, de sentimiento, de admiración... Para volver a cubrirse de una fría capa en los momentos de presencia en la sociedad. Escondido, fuego. Al descubierto, hielo.

Todo es calculado. Me digo que es imposible provocar sensaciones que, desde un principio, se encuentren fuera de su control. Pues, además, todo es controlado. Siendo yo, pienso, es imposible.

Y observo y se me aproxima el calor, continuamente. Pero rechazo los rayos de sol por mi predilección hacia el frío, que supongo, finalmente, sea compatible con su polo opuesto. Yo.

Pero quién necesita fe ajena... Me he equivocado. Todo depende de uno mismo. ¿Por qué necesitar reconocimiento adicional? Ligeramente estúpida. Yo, mi, me. Conmigo.

Porque es imposible, me digo, obtener más amor que el que debe tenerse a uno mismo.

4 comentarios:

  1. La última frase debería venir en todos y cada uno de los libros que enseñan en la escuela

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  2. Por supuesto me refiero a:
    "Publicado por YaiZa en 12:31"

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  3. No sale de mi labios pero florece en mi pensamiento: perfecto

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  4. Me encanta lo que has escrito...Disfrutar es la palabra!

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