Ya sé por qué no me enamoro de casi nada de lo que forma parte de la realidad.
Sólo de las noches de verano, cuando el cielo es inmenso, los atardeceres inigualables y las estrellas más brillantes que nunca. También de una buena película, del baile, y de la MÚSICA, sobretodo de la música.
Pero, fuera de eso, no hay gran cosa que suscite interés. Se trata de un (LARGO) período de apatía. Pura y dura.
Entonces los sueños, que tan poderosos son, te traen aquí, te traen a mí, mil millones de siglos después de que te fueras. Y en el propio sueño, saco una conclusión que se queda conmigo durante el resto del día. Y esa conclusión es que me volvería a enamorar de ti un millón de veces más. antes que enamorarme una sola vez de otra cosa, o de otra persona.
Porque una sabe lo que quiere ya.
Y de lo que yo quiero, sólo existe un ejemplar en el mundo.
Mala suerte, little girl.
Cierra la puerta a esa parte del pasado. Aunque sea precisamente yo la que te lo diga
ResponderEliminarCierra la puerta a esa parte del pasado. Aunque sea precisamente yo la que te lo diga
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