El olvido establecido en los últimos años quedó reducido a trizas cuando Linda Greenfield reparó en los ojos que tanto había adorado tiempo atrás. En una milésima de segundo, llegó a su mente el recuerdo de aquel sentimiento. No hubo modo de ocultar la sonrisa repentina que daría paso a una breve expresión de timidez.
Y él lo notó. Linda recuerda la cara que se le ponía cuando era consciente de conductas de este tipo. Sabe que era especialista en detectar su estado de ánimo y pensamientos.
Él lo notó, está segura.
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