Cuando te sitúas ante algo perfecto, y lo observas en su totalidad, te parece maravilloso. Pero a veces yo me fijo en el mínimo fallo perceptible, que maximizo hasta convertirlo en algo importante.
Y al final, me olvido de la esencia, de lo bueno del asunto, centrándome en lo que hace que no sea impecable.
Error, lo sé.
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