sábado, 4 de junio de 2011

Help.

Y entonces el reflejo le mostraba una imagen que clavaba cuchillos en su alma y su autoestima. Las lágrimas recorrían sus mejillas y aumentaba el miedo al mundo. Ante la mirada de quienes se cruzaban en su camino, era incapaz de caminar con la seguridad que siempre le había caracterizado. Algo exterior que afecta al interior, a la mente, a la forma de relacionarse. Se observaba en su rostro una falta de esperanza hacia la idea de una posible solución. Por ello, abrió su corazón y relató detalladamente cada herida que el espejo le causaba. Buscaba ayuda y apoyo, opiniones y solución. Y lo encontró.



Comienza el camino, muy pronto. Es hora de ser feliz.

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