Eila tenía una caja pequeña que pasó a ser grande. En ella guardaba los pensamientos que tan sólo tenían cabida en su mente. De este modo, los liberaba de su alma, depositándolos en otra parte para conservarlos. Como decía, cada vez que almacenaba una pequeña porción de soledad en su caja, ésta crecía. Más frecuentemente de lo que ella deseaba. En su camino se presentaba escasez, necesidad y sentimientos. A menudo, no disponía de soluciones ni ayuda ajena, por lo que debía encontrar la forma de suplir la falta de apoyos. En cuanto atravesaba los ríos a contracorriente, echaba la vista atrás. Y así, recopilaba el esfuerzo y el trayecto realizado, sola, y cuidadosamente, lo añadía al contenido de su caja. Desconocía lo que a aquellos peldaños superados les esperaba. Tan sólo se limitaba a reunirlos. Es cierto que le hacían crecer y aprender a valerse por sí misma. No todas las personas avanzan si han de hacerlo autónomamente. Pero, por supuesto, y sin remedio, Eila, firme y valiente, siempre conservaría los momentos de... ¿debilidad?

Why.

Equis halaga cada mínimo intento de triunfo de Ygriega, y así con muchas otras letras. Pero nunca admira, o al menos nunca expresa, el mismo agrado hacia los intentos, progresos, sucesos... relativos a Zeta.

Inevitable salir de vez en cuando del bienestar para echar en falta. Tu piel está lejos. Tus ojos parpadean sin que pueda sentir el huracán que provocan y tu voz no tiene lugar en el mismo reducto en que me encuentro. Observo y reparo en tus manos, y al instante, añoro poder tocarlas. El tiempo ha sido justo, pero la soledad me abate. Siento celos de esas sábanas y envidia de todos los ojos que te ven brillar, como solía hacer.

Esta cama no arropa del mismo modo. El sonido del reloj ha pasado a convertirse en ruido. En mis sueños actúas y te siento aquí, para despertar y descubrir que los kilómetros siguen sin darnos tregua. Al menos brilla el sol afuera, y podré esbozar sonrisas mientras doblo las esquinas, escondiéndome tras una bufanda para no levantar sospecha.

Sospecha de que sigues motivando gestos involuntarios.

Lo imprescindible continúa siendo trascendental por muchos días y noches que pasen. Por muchos kilómetros que me alejen. Los tesoros siguen siendo considerados como tal, y aumenta la consciencia de lo bueno que se posee.

"Piensa."

Obviamente... Seguramente, no guarda relación alguna. Siempre hay sueños más reales que otros, pero desde que me encuentro en otro país, los míos resultan realmente verosímiles, a pesar de su carácter onírico. Desde hace varios días, estoy dándole vueltas a un asunto. No conocía el método correcto de proceder, ni tenía motivación para encontrar solución. Pues bien, sólo ha bastado con soñar. Repentinamente, un personaje desconocido aparece para simplemente decirme: PIENSA.

Y eso es todo. Es la clave. Únicamente esa palabra ha sido suficiente. Ahora ya sé qué dirección tomar, y de qué herramientas me debo servir.

No hay que infravalorar el poder el subconsciente.

Midnight lovers.

Momentos de esos en los que una canción es capaz de hacerte tomar un camino u otro. Decidir. Ver con claridad.

I can see the future shine. // Puedo ver el futuro brillar.
This is the beginning of time. // Éste es el principio de todo.
We can make a mountain collapse to the sea. // Podemos hacer que la montaña se derrumbe hacia el mar.
I am the beginning of me. // Soy mi principio.