lunes, 10 de enero de 2011
Duerme.
Su pelo está despeinado, y favorece ese desorden al resto del cuerpo y el rostro, que permanecen inmóviles y en armonía. Precisamente por esa sana quietud, el alboroto en el cabello da una pincelada de gracia. Los ojos parecen dos líneas dibujadas y exentas de cambios. El pecho sube y baja y eso es lo que le da la vida, y lo que me la da a mí. Como si en realidad estuviese viendo, percibe mi observación constante y en ese momento la respiración varía a la vez que se abren sus ojos. Se mueven, además, sus pies, sus manos y los gestos en potencia de su preciosa cara. Entonces, llega mi turno. Cierro los ojos con fuerza y deseo poder permanecer allí en cada uno de los despertares que nos resten.
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"Por eso, alma de mi alma,
ResponderEliminaryo velo mientras tú duermes"
"eso es lo que le da la vida, y lo que me la da a mí."
ResponderEliminar"deseo poder permanecer allí en cada uno de los despertares que nos resten."
Estas son mis guindas... el resto... como siempre... es perfecto =)
http://www.trendbird.co.kr/attach/1/1028564926.jpg
ResponderEliminar:$
ResponderEliminarpor fin alguien describe lo que he sentido al despertarme a su lado tantas veces...
ResponderEliminarestoy ansioso por leer la entrada "Ducha."
bufff, qué pasada la fotografía al hacer click en ella, grande grande!
ResponderEliminarmás sexo? eres una ninfómana
ResponderEliminarMuy chulo!
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