jueves, 27 de enero de 2011
My particular light.
En un instante, el día puede adquirir el calificativo de magnífico. ¿Cuándo una sonrisa se considera justificada? Creo que depende de cada uno. Algo en tu interior te arranca una sensación de alegría instantánea que te lleva a sonreír de repente, y no sólo hacerlo exteriormente, para que me entendáis. Caminas por una senda sin plantearte siquiera reparar en detalles, vas encerrado en tus cosas y de repente, ante ti, una sorpresa. Te encuentras esa parte de vida que te falta a diario.
martes, 25 de enero de 2011
Tantas veces.
"Todo lo que más le importa a uno, lo que disfruta más honda y soberanamente, lo ha aprendido muy despacio: empezó de niño y seguirá aprendiéndolo cuando se le acabe la vida. Quién, salvo algún cretino vanidoso, puede afirmar que domina el oficio de escribir, o que lo sabe todo sobre la ciudad que ama o la persona de la que está enamorado: cuántas veces hemos leído un libro, mirado un cuadro, escuchado música, antes de sentir que por fin empezaba a revelarnos su misterio."
Antonio Muñoz Molina.
Antonio Muñoz Molina.
sábado, 22 de enero de 2011
Paseaba por caminos tranquilos y asfaltados.
Ahora lo hago por "long and winding roads", en ocasiones incomprendidos. Pero supongo que era mi destino. Supongo que es lo que amo.
jueves, 20 de enero de 2011
lunes, 17 de enero de 2011
Bieeeeeen, pero...
Como sea del estilo de Julián Casablancas en solitario, temo que no me gustará.
Oremos porque así-no-sea.
domingo, 16 de enero de 2011
StupidMe.
Why hurting people I love?
Why telling you things I don't even think, when you are my moon, my man...?
sábado, 15 de enero de 2011
lunes, 10 de enero de 2011
Duerme.
Su pelo está despeinado, y favorece ese desorden al resto del cuerpo y el rostro, que permanecen inmóviles y en armonía. Precisamente por esa sana quietud, el alboroto en el cabello da una pincelada de gracia. Los ojos parecen dos líneas dibujadas y exentas de cambios. El pecho sube y baja y eso es lo que le da la vida, y lo que me la da a mí. Como si en realidad estuviese viendo, percibe mi observación constante y en ese momento la respiración varía a la vez que se abren sus ojos. Se mueven, además, sus pies, sus manos y los gestos en potencia de su preciosa cara. Entonces, llega mi turno. Cierro los ojos con fuerza y deseo poder permanecer allí en cada uno de los despertares que nos resten.
miércoles, 5 de enero de 2011
martes, 4 de enero de 2011
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