miércoles, 30 de octubre de 2013

Así es...

... el noreste de Suecia. En primavera, claro. Los árboles y el césped van tomando color, retomando la vida tras tan largos y duros inviernos. Y el agua es tan lisa, tranquila y limpia (y fría!), que podemos ver reflejado en ella cada detalle del cielo. De verdad, era prácticamente como un espejo. Salir de casa en esta época del año era una inevitable fuente de inspiración. Y de los atardeceres... no puedo ni hablar. Mágicos. Realmente parecía un sol distinto al de España, más débil, más frío, menos colorido. Pero tenía su encanto.

Y la aparición de las primeras flores provocaba en los habitantes del condado un cambio de chip instantáneo. La vida había llegado. Atrás quedaban las decenas de grados bajo cero. La nieve, la oscuridad, lo sobrio, lo gris. Llegaba entonces la alegría, la vida, la libertad.



 Y el mar volvía a respirar, habiéndose desprendido del puro y grueso hielo que lo recubría. Pequeñas olitas se formaban y discurrían a sus anchas. Volvían a mezclarse con la luz del sol que llegaba para quedarse tres o cuatro meses. Cinco, a lo sumo. Y entonces, nosotros, los estudiantes, nos lanzábamos al muelle, a las orillas del mar con unos pedazos de pan, queso y mermelada. ¡Y cerveza! pero a escondidas, claro.



Y así compusimos nuestra vida en Härnösand. Alejada de nuestros hogares, de nuestras raíces. Todo era nuevo, los edificios, la cultura, las costumbres, el idioma (VAYA QUE SI ERA NUEVO), los horarios. 

Aquello era Escandinavia, el mundo lejano de las leyendas de vikingos. Vampiros. 
La tierra de los pinos, de la confianza, del civismo.
Y del alcohol en exceso, la timidez, la frialdad.

Aquello era Suecia y el recuerdo es maravilloso, es perfecto, intocable, tan frágil que asusta incluso tratar de repetir la experiencia. Pero sé que debo y quiero y lo haré. Volveré a caminar por Nybrogatan tratando de no resbalar. Me acercaré hasta Hospitalsgatan 8B para mirar fijamente la ventana de mi habitación, y tratar de recopilar en un instante todas las sonrisas, lágrimas, preocupaciones y momentos de felicidad que pasé en ella. Lo mucho que eché de menos a los míos, lo mucho que deseé que estuvieran allí conmigo.

En la primera semana, pensé que sería la única estudiante de Erasmus descontenta con su estancia en el extranjero.

Está de más decir que todo eso cambió, teniendo en cuenta que transcurridos más de dos años, soñar que vuelvo a respirar ese aire nórdico puro y frío como el hielo, hace que despierte con lágrimas de felicidad.


lunes, 28 de octubre de 2013

Heaven's got a plan for you.

Up on a hill, across the blue lake... that's where I had my first heartbreak.
I still remember how it all changed.

My father said: Don't you worry, don't you worry child, see, heaven's got a plan for you.

domingo, 27 de octubre de 2013

Arctic Monkeys, Madrid, Noviembre 2013.

En poco más de quince días los tendré ahí, delante, a poca distancia. Cuando llevo escuchándolos durante años, sin saber dónde estarían en ese momento, sin verles, sólo sintiéndoles. Pero esta vez será diferente. Será alucinante, aún no puedo creer que vaya a ubicarme en el mismo espacio y tiempo que ellos. 

Larga vida a los Arctic Monkeys...

sábado, 26 de octubre de 2013

L'amour toujours.

En las tardes de lluvia, me entra la curiosidad de cómo sonarían canciones electrónicas en guitarra. No es esta una buena versión, ni le hace justicia a la original, pero disfruto mucho.

lunes, 21 de octubre de 2013

martes, 15 de octubre de 2013

I waited for you.

Nos pegamos a lo que cuesta y duele, para que nos haga sentir vivos, retados.
Pero es también muy importante saber valorar la facilidad y los caminos de rosas.
Y eso es lo que estoy descubriendo y aprendiendo hoy en día :)

lunes, 14 de octubre de 2013

Some written.





I tried to catch you up but I'm too late
So as I finish up your lemonade
I'll send a message, some written, one sung
You left a number that's eight numbers long

I thought I did enough but that's my mistake
It's time to liven up your lemonade
I'll send a message, some written, one sung
You left a number that's eight numbers long

There's no getting over so I'm done
I'll forget the number and I'm gone
There's no getting over so I'm done
I'll forget the number and I'm gone

viernes, 11 de octubre de 2013

You don't give me nothing but shit music.

Shitty ass music.
Motherfucking music.
Fucking boring music.

viernes, 4 de octubre de 2013

Melancholic.

Un minuto de instantes que podrían haber pasado desapercibidos,
pero que no lo hicieron para mí, debido a esa belleza simple.




La canción es Tea for the tillerman, de Cat Stevens.