Dicen que la música te salva.
Miento, soy yo quien lo dice.
Te sumerges en sus melodías y encuentras una identidad que haces propia.
Sí, sin duda esa música está hecha para ti. Y tú estás hecha para esa música.
Tan necesaria como cualquier otro requisito vital, cuando prescindes de ella unos pocos días sientes que te falta algo. Y es que para mí, la vida sin música es un hoyo bajo tierra del que no se puede salir.
Cada momento tiene su música. Y lo maravilloso del ser humano es ser cambiante, y ser capaz de tener todo tipo de sentimientos. Y lo maravilloso, al mismo tiempo, ha sido y es la habilidad de plasmar esos estados de ánimo en piezas únicas e irrepetibles.
Así, puedes introducirte en la música que más necesites en ese momento. Que más coincida con el estado de tu alma y pueda hacerte sentir... que no estás solo... Que alguien ya se ha sentido igual que tú en alguna ocasión.
Acaso no te salva eso...