Ni la sonrisa más equilibrada.

Ni la inteligencia más inesperada.

Ni siquiera el trato caballeroso, la iniciativa o el buen aspecto, logran captar mi atención, encender mi curiosidad.

De repente parezco tener una capa de hielo a mi alrededor.

Un muro que nadie puede derrumbar.

Es que nadie es suficiente. Y si lo es, las circunstancias no favorecen.

Tengo un filtro tal, que ni los rayos de sol pueden atravesar.

Porque no siento nada. El listón quedó muy arriba la única vez.

Y los sucedáneos baratos... no me valen en absoluto.

Need some percussion and a better guitar playing.

Ain't no sunshine when she's gone, and this house just ain't no home... anytime she goes away.

Desert.

¿Cuánto de hogar tiene tu hogar al sentirte una extraña en el mismo?

En este instante, el hogar parece estar formado por las personas que lo comparten contigo. Que hacen que lo sea. Sin ellas, la casa carece de encanto. La atmósfera se debilita. Silencio.

Se siente soledad, de esa que no es placentera. La zona de confort, entendida como rutina, como costumbre... se hace añicos, y tienes que crecer un poquito más durante los días que faltan hasta que regresen, para tender sobre ti, de nuevo, el cariño y la capa de protección que ha desaparecido en cuanto han salido por la puerta.

Estaría bien que amaneciera ya.

Lovely.

una publicación de Daniel Kelly.

Reasons why I love autumn.