jueves, 29 de abril de 2010

martes, 27 de abril de 2010

Iris.

Y vaya un iris...

lunes, 19 de abril de 2010

Ha llegado.


Indisimulada la cadena de escalofríos ante tu cada vez mayor cercanía. Sutilmente en ese momento me traslado a lugares que sólo puedo pensar sin decir. Tu efecto en mi respiración es de intermitencia, oxigenando únicamente los órganos necesarios para percibirte.
Sinónimo de "suavidad" podría ser tu piel, transitable porcelana perfumada, disfrazada de adicción. Mis ojos se apresuran tratando de no perder detalle mientras, sin pudor, recorren todo tu rostro. Liderado por los ojos intrigantes, impredecibles. A veces abiertos, cerrados por instantes. Pero siempre imponentes. Quién supiera evitar el sobresalto ante su mirada.
Provisionando a mi imaginación, tu voz. Creadora de melodías inconscientes, dulces sonidos reminiscentes. Hipnotismo.
Jamás coger una mano tuvo tanto sentido. Florece en mí un emergente algo, al comprender que era el tiempo quien traería un caso que reuniese cada característica, delicadamente establecida tiempo atrás.
La cantidad de ideas que orbitan en mi mente como consecuencia de cada beso es inmesurable.
Resultado, un obvio rechazo a los primeros indicios del día. A los últimos rasgos de la noche. Señal de obligada vuelta a la realidad. De separación innecesaria e inoportuna de quien causa mi sonrisa, mis sueños despierta, y la telequinesia de mis sensaciones.

domingo, 18 de abril de 2010

viernes, 16 de abril de 2010

"Muy alemán...

... cero sentimientos, cantidad de éxtasis."

Según el crítico.

Pero a mí me. Y mucho.

Simina, que no Simian.

miércoles, 14 de abril de 2010

Asumiendo la pérdida. Ya definitiva.

Acaso es dolor, o acaso añoranza, mi sensación al pisar el asfalto que conforma tu calle. Acaso lo que impide a mis ojos dirigirse a la ventana de tu dormitorio sea una orden proveniente del corazón. Aquellas tardes de Viernes han desaparecido. Como tú. Desaparecido como nuestra risa común, causa o consecuencia de lo que entonces era considerado como una eterna e irrompible amistad. Mi incapacidad de dar un paso sin que tú lo dieses a la vez, fue recíproco durante un par de lustros. Tiempo en el que reuniste las, aparentemente, suficientes razones como para soltar mi mano y caminar sola. Duro golpe. Logré, a pesar de las grandes dificultades, emerger del fondo. Pruebas que hay que superar.
Llámame valiente, si digo que desde ese mal sueño, aquella risa común no ha vuelto a tener carácter sincero. Tu ceguera me ha hecho perderte (te ha hecho perderme) progresivamente, no necesitarte, prescindir de ti, casi olvidarte. Pero, sin embargo, no trato de evitar mi indiferencia. Prefiero la tristeza que supone el hecho de que no causes en mí ni la más mínima reacción, a repelerte. Siempre podrás recuperarme, a pesar de no merecerlo, porque jamás se me ocurriría anteponer a ti lo que tú antepones a mí.
Amiga.

lunes, 12 de abril de 2010

Seguir siendo.


Desconozco la intensidad del brillo de las estrellas en esta noche, ya que he olvidado observar. Un cambio colosal de horario hace el papel de insomnio mientras mi mente alaba el foco en el que está centrada: La idea de sentir que todavía hay algo por lo que luchar. Que nada está aún logrado.
El sonido intermitente de los relojes que se encuentran en el cuarto me advierte de las escasas horas de sueño restantes. Pura cuenta atrás. Sin embargo, lejos de impacientarme, me agrada. Porque pasadas dichas horas, no será "un día menos", sino un día más. Uno más, para seguir respirando la suerte actual, analizando y atesorando cada detalle surgido, para tararear sin pausa ese single de Patsy Cline, o sencillamente para ser. Seguir siendo.

domingo, 11 de abril de 2010

Suddenly.

Y el viento apoya.
Y el cielo aconseja, apoyando.
Y el apoyo produce paralelismo.
Y el rostro, confirma.
Y la mirada, confiesa.
Y tú, eres tú. Y siendo tú, lo eres todo. Y no es necesario nada.
Nada más que tú.

viernes, 2 de abril de 2010